Introducción

La trata de personas es una forma de violencia extrema, una problemática social grave y muy compleja debido a las múltiples formas en las que se configura, las especificidades que adquiere en función de la región en que se desarrolle, de las poblaciones en vulnerabilidad y otros factores que inciden en su existencia.  Aunado a ello, constituye un delito que se configura en distintos niveles (local, nacional y transnacional) y en el que pueden participar actores de diversa naturaleza: desde individuos y familias hasta redes de crimen organizado transnacional en las que la colusión, e incluso participación, de funcionarios públicos desempeña un papel fundamental en su articulación.


Se trata de un crimen que tiene sus raíces en fenómenos tan antiguos como la esclavitud y la trata trasatlántica de esclavos que a partir del beneficio histórico que obtuvieron del desarrollo tecnológico, la apertura de fronteras, así como de la expansión de los mercados, de la profundización de condiciones de vulnerabilidad en numerosos países alrededor del mundo y del debilitamiento de la estructura de los Estados, hoy se expresa en dimensiones que no pueden sino constituir un cuestionamiento civilizatorio debido a su presencia en pleno siglo XXI.

Lo que hoy se conoce como “trata de personas” es resultado de una visión que, hacia finales del siglo XX, se impulsó desde una lógica punitiva para enfrentarle y “combatirle”. Esto se materializó en el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar a la Trata de Personas, especialmente Mujeres y Niños (mejor conocido como Protocolo de Palermo), instrumento internacional adoptado en diciembre del año 2000 bajo el auspicio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

En este contexto, la trata de personas se definió como un delito de naturaleza transnacional ligada al crimen organizado y desde entonces sus “ganancias” se han estimado en 32 mil millones de dólares cada año, convirtiéndole en el tercer crimen “más lucrativo” a nivel internacional, sólo después del narcotráfico y del tráfico de armas (ONU). El número de víctimas estimadas en todo el mundo oscila entre los 108 mil y 40.3 millones de personas sometidas en alguno de los distintos “fines” de trata de personas que se reconocen en el Protocolo de Palermo (CTDC, 2021; Departamento de Estado de EE. UU., 2022; ONUDD, 2021; WFF, 2018).

La trata de personas es un delito que debe ser perseguido y sancionado, el Estado está obligado a desplegar el máximo esfuerzo en procurar justicia a las víctimas, así como a su reintegración social; sin embargo, la trata de personas se caracteriza por una amplia diversidad de expresiones y manifestaciones. Es así que el concepto “trata de personas” contiene múltiples y numerosas realidades que requieren ser observadas, y que transportan elementos históricos que es fundamental visibilizar. Es por ello necesario abrir la mirada a fin de lograr una mejor comprensión de su complejidad para ofrecer nuevas y cada vez mejores rutas para prevenir y sancionar, así como identificar, proteger y asistir a las víctimas y garantizar su acceso a procesos de procuración de justicia y reintegración social.

En los 6 módulos que conforman este Diplomado se analizarán aquellos aspectos que se consideran fundamentales para lograr una mejor aproximación a la complejidad de la trata de personas. En el primer módulo se expone el contexto estructural de la trata de personas a nivel internacional y en México; en el segundo, el contexto de la cultura de género y sus implicaciones en la prevalencia de este delito; en el tercero se describe el desarrollo histórico del concepto de “trata de personas” y se presenta un panorama actual de este fenómeno en México y en el mundo; en el cuarto se explica el marco jurídico nacional e internacional de la trata de personas; en el quinto, se revisa la política pública y arquitectura institucional que se ha desarrollado a nivel internacional y en México desde el 2000, año en que fue firmado el Protocolo de Palermo; finalmente, en el sexto módulo se describe un aspecto que constituye uno de los temas ausentes más importantes en las políticas públicas en la materia: la reintegración social de las víctimas.
En esta edición, se analiza de manera transversal, en los seis módulos, las distintas crisis que han derivado de la pandemia de COVID-19 y que a su vez han agudizado la vulnerabilidad de la población ante la trata de personas y otras violencias y delitos conexos. Al respecto, la Organización Mundial para las Migraciones (OIM, 2021) ha señalado que el aumento de la inseguridad, la pobreza y la marginación inducido por la crisis social derivada de la pandemia puede ser un factor determinante de la trata de personas y que entre las consecuencias para las víctimas de este crimen se encuentran:

Por lo anterior es posible afirmar que, en palabras de Fuentes (2020), actualmente el contexto internacional es caracterizado por una sindemia, en la que confluyen distintas epidemias como la de bajos ingresos (más de la mitad de la población que trabaja gana menos de tres salarios mínimos); epidemia de violencias (cuya existencia es palpable en el hallazgo de cada vez más fosas clandestinas, que desde 2007 a 2022 han sumado más de dos mil en México); epidemia de mortalidad y morbilidad evitables (alrededor de 6 de cada 10 muertes son evitables); epidemia de enfermedades y trastornos mentales (existe un incremento de trastornos mentales, depresión y suicidios); y epidemia de desprotección (es decir, privaciones y vulnerabilidad ante los riesgos, por ejemplo, la desprotección de varias instituciones en el sector salud, en el sistema educativo, la protección en el trabajo, entre otras).

Justificación

El Diplomado en Línea sobre Trata de Personas es un esfuerzo académico que busca allegar al más amplio público posible, a nivel nacional e internacional, elementos de análisis que permitan fortalecer las capacidades de personas, actores institucionales, estudiantes, académicos, así como profesionistas que trabajen en algún ámbito relacionado con este fenómeno, ya sea en la Academia o el Servicio Público, dedicándose a la prevención del mismo, a la persecución y sanción del delito que configura, así como a la atención, protección y asistencia a las víctimas.
Desde 2017, año en que inició la Primera Edición de este Diplomado, y hasta abril de 2022, que concluyó la Sexta Edición, se han graduado 1 292 personas provenientes de distintos países como Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, España, Francia, Guatemala, Honduras, Perú y Venezuela. Además de todas las treinta y dos entidades federativas de México. Entre los graduados destacan los servidores públicos; miembros de distintas organizaciones de la sociedad civil dedicadas al tema; investigadores; estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado; y particulares, es decir, abogados, psicólogos, doctores, entre otros profesionistas que tienen interés en el tema.
Este Diplomado ofrece un acercamiento al fenómeno de trata de personas desde diversos análisis, desde el reconocimiento de la relevancia de un enfoque multidisciplinario que permita una mejor comprensión de su complejidad y, en última instancia, la mejora de las políticas públicas que hasta ahora han sido implementadas para hacerle frente.